el arte de volver a empezar

Cuando sientas que el tiempo apremia, empieza y la presión desaparecerá
— Yogi Bhajan

A un amigo entrañable le debo una consigna que se ha quedado conmigo durante muchos años. La llevo en una libreta donde está escrita a mano:

 

“Volver a empezar. Las veces que sea necesario”.

 

Hoy te quiero hablar de eso. Del arte de volver a empezar. Volver a retomar una rutina, la vida cotidiana después de vacaciones o de eventos inesperados que nos dejan como fuera de órbita. ¿Te ha pasado? que te subes a una ola de felicidad, euforia o dolor y te sales de la rutina, del día a día… Luego la ola termina, desciendes y no sabes cómo retomar la vida, cómo continuar. Bueno, hoy quiero decirte que

 

mientras estemos vivos hay una oportunidad, la posibilidad, la semilla en potencia de ser árbol, la esperanza de recomenzar

 

Volver a empezar es volver a decirnos sí, recordarnos que nos amamos y que lo merecemos. Muchas veces perdemos el zoom o la perspectiva en la vida, el ego quiere cambios rápidos, soluciones inmediatas, sin mucho esfuerzo y nos estancamos. Vemos pasar los días y a nosotros cada vez más lejos de lo que queremos para el alma. Nos vamos dejando secar por dentro. En esos momentos es necesario tomarnos de la mano y ayudarnos, aceptar la vida que elegimos y nutrirla o re-evaluar nuestra vida y generar cambios si no nos gusta lo que estamos creando a nuestro alrededor.

Hace poco volví con mi esposo a Corea, luego de unas vacaciones de dos meses por India y Vietnam. Cuando entré a casa vi ante mí todo lo que quería y debía hacer: retomar las cartas del blog, continuar trabajando en el libro que quiero dar a luz, volver a compartir las clases de yoga aquí en Corea luego de las vacaciones, lavar toda la ropa del viaje, desempacar, limpiar la casa, el estudio de yoga, mirar las plantas que sobrevivieron a la ausencia, recomenzar la práctica de yoga en la madrugada, comprar comida, cocinar, y un largo etc. De eso va la vida y para volver a empezar requerimos también de mucha humildad porque nos cuesta, porque sabemos que somos humanos y que vivimos en el tiempo y que ¡todo en esta existencia es continuo y no se puede hacer en simultáneo! Entonces en ese proceso de recomenzar debemos ser pacientes porque lleva tiempo. Debemos vivir el amor propio porque en el proceso de cambio y retomar habrá momentos en que no podamos hacer todo como lo esperamos. Volver a empezar es perdonarnos, reconocer nuestra capacidad de cambio y seguir adelante. 

¿Cómo hacerlo? ¿Acaso necesito hacerlo? Te doy dos ejemplos concretos de lo que hago para re-iniciar. Piensa en ti, encuentra tu caso. Cada día es una oportunidad.

- Estoy en medio de una Kriya diaria (práctica de kundalini yoga) que no he interrumpido desde que la comencé el 1 de enero del 2016 y que aún lleva más tiempo terminarla.  Durante el viaje hice la práctica de yoga todos los días. Algunas veces en un barco, en un gallinero, en un hotel enorme o en uno diminuto. Practicaba de día, en la tarde o en la noche. Volver a Corea para mí, significa volver a hacer la kriya en la madrugada, cada día antes de que salga el sol. La primera semana en Corea la hice a las 7:00 am y ya en la segunda semana tras nuestro regreso, comencé a levantarme a las 4:30 am. Poco a poco he vuelto a retomar esa disciplina que tanto amo y sé que en cualquier momento podré estar de nuevo en pie a las cuatro de la madrugada como lo suelo hacer. Mientras vuelvo a ese punto, sé que habrá días en que no logre despertarme y está bien. Un día a la vez. 

- Otro ejemplo concreto está relacionado con las cartas del blog. Desde que llegué a Corea quería escribir la carta de agosto. Pero antes tenía que volver a abrir el estudio de yoga, hacer la convocatoria para invitar nuevos y antiguos estudiantes a las clases, ordenar el apartamento, cumplir con algunas citas que teníamos programadas, responder las cartas de algunos lectores y amigos que tenía en el mail. En fin. No desesperé. Hice una lista de prioridades y las cumplí con paciencia y amor. Hoy por fin puedo sentarme a escribir algo con sentido, honestidad y con gusto. Algo para ti con respeto y amor. 

Si llegaste hasta esta parte del texto es porque resonó en ti y por eso te quiero dejar algo más antes de despedirme: ¿Cómo vivir el arte de volver a empezar?

 

- Un día a la vez. Como alguna vez me dijo mi hermano mayor: “A paso lento y aplastante como el elefante” Recuerda que al ego le encanta la velocidad, se asusta frente a la lentitud. Cree en tu proceso.

- Ve introduciendo cambios graduales, paulatinos pero constantes, con un propósito claro, firme y si hace falta con fechas.

- Calma alma. Sin desesperar pero con claridad sobre lo que quieres lograr, retomar, cambiar.

- Hazte amiga de los cronogramas, las agendas, los horarios, las listas, los marcadores y el papel. Busca la manera de ayudarte, lo que más funcione para ti. Recuerda el “para qué” de tu objetivo y el “para cuándo” si es algo concreto.

- Felicítate por los logros cumplidos, mantén en alto esa actitud de gratitud y contentamiento.

- En yoga hablamos de los Sankalpas. Son las resoluciones que tenemos, la intención, determinación, la voluntad de llevar a cabo y de lograr un objetivo. Así que Recuérdalo - y aquí me robo una cita que no es mía y no sé de quién es- 

 

"voy a ser decisivo. Voy a ser todo corazón. Mi crecimiento es cierto. Sé que voy a cometer errores, pero voy a levantarme y a continuar”

 

Recuerda: la vida es una vibración. Subimos y bajamos, nos expandimos y nos contraemos. Yogi Bhajan decía que somos como las olas del mar, en constante movimiento. Así que es normal parar y recomenzar. Es parte del ciclo de la vida y de nosotros depende hacerlo con gracia o con miedo, con amor o con inseguridad. Dejemos atrás la manía de despreciarnos y limitarnos. Debemos y podemos elevar nuestra plena capacidad como seres humanos. 

¿Qué quieres retomar? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Qué espacios debes crear para lograrlo? ¿Conoces cuál es tu mejor manera de mantenerte motivada? Comenta en la página, comparte con los demás lectores, hagamos parte de esta espiral del amor. 

Wahe Guru!

Jagat Kaur
Songdo, Corea del Sur

...

Si eres curiosa: 
En la primera foto está mi amado Kell caminando por los Himalayas, en todo el norte de India. Yo detrás, siempre lenta, un paso a la vez y cuando paraba y tenía un aliento le tomaba una foto!

En la segunda foto están los lotos rosas más lindos que haya visto en Vietnam

y la tercera foto es la semilla, ese símbolo poderoso. Me comí una fruta deli en un mercado en Hanoi, Vietnam. Hacía calor, sol y sentía esa maravilla de la semilla que crece y se expande. 

Te quiero muuuucho mundo. 

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