sadhana es una de mis palabras favoritas
El yogi devoto, cada día practica yoga y lo hace desde la madrugada hasta el anochecer. Esa práctica matutina se llama sadhana y con los años, la consciencia de la práctica se extiende a lo largo de todo el día. Esta palabra se puede explicar desde la teoría, desde los textos sagrados, desde la voz del maestro y lo más importante: desde la experiencia personal. En mi caso, sadhana es una de mis palabras favoritas porque resume un compromiso dichoso con la vida y con el encuentro de nuestra alma y de nuestro verdadero ser.
Desde lo teórico podemos llamar la sadhana como práctica espiritual o disciplina constante. El Sutra 13 de Patanjali, nos dice:
“la práctica es la sadhana o recuerdo del ser. La alegría de uno en la vida es directamente proporcional a la cantidad de sadhana que realiza”.
Siendo esta afirmación cierta, alguien podría preguntarse
¿Por qué recordar quién soy, me trae felicidad? Y ¿por qué necesito disciplina para recordar quién soy?
La sadhana así encierra mucho más que su significado literal. La disciplina de la mente y el cuerpo, de los pensamientos es necesaria para “salir” de maya o por lo menos, si no salimos, para reconocerla y aceptarla como una parte y no como el todo de nuestra existencia. Cuando con disciplina nos volvemos observadores y una vez experimentada, aceptamos la Unión, somos dichosos. El dolor en la vida se puede sentir físicamente, pero el sufrimiento cobra otra dimensión, tenemos nuevas gafas, un zoom, otra perspectiva de la vida y comenzamos a ver los problemas en su justa medida y a entender que la mayoría de las veces, esos problemas no son tan enormes como pensábamos; que todo tal cual es, está bien. Es por esto que esa disciplina y práctica diaria se vuelve victoriosa, se transforma en alegría y al fin se convierte en lo que realmente es:
…en la disciplina del amor. En la disciplina que te hace feliz
Las disciplinas yóguicas dicen que es necesario practicar sadhana, levantarnos dos horas y media antes del amanecer. Eso significa dedicar por los menos una décima parte de tu día a Lo Infinito, que a mí me gusta llamar Dios. "En estas horas, la protección aúrica y la dirección del maestro interior son más fuertes. En estas horas, el prana, la fuerza vital de la conciencia, se concentra más fácilmente, lo que facilita el proceso de limpieza personal” * La ciudad o el lugar en el que te encuentres estará más tranquilo, y tu día comenzará con más paz. Es por esto que el Sutra 14 nos dice:
“Mantén una actitud de reverencia hacia la propia práctica”
Habrá días en que sea más difícil perseverar, pero poco a poco y con ayuda del tercer chakra, de tu poder y disciplina interior lo conseguirás. Hacer la sadhana nos dará más confianza en nosotros mismos y en lo desconocido. Nos dará más fuerza de voluntad y convicción. Dice mi maestro Hargobind, que sadhana es la práctica que hago para despertar el amor dentro de mí y por eso quiero hacerla cada día. Al despertar ese amor propio, podré expandirlo hasta que le llegue a los demás. No es un amor egoísta. Así, y continuo recordando las palabras de mi maestro, despertar a tu sadhana es el regalo más hermoso que te puede dar armonía dentro de ti y recordarte ser amor.
Para mí, la sadhana es darme un sí: un sí al amor, a la felicidad, a la gratitud. Un sí a mi conciencia, un sí a los propósitos más sublimes. Un sí a la oportunidad de estar vivos. Sadhana en mis palabras, es hablar con Dios cada mañana y es escucharlo. Es cantar y meditar, es hacer una práctica disciplinada independiente de tus emociones. Una práctica a toda prueba que se convierte en un regalo para ti y para todos. Es un hábito de la conciencia que se forma por decisión propia y no por imposición. Es algo que hago para ser feliz. La sadhana es el espacio de silencio y recogimiento donde recuerdo el amor de Dios y donde me nutro. La sadhana me hace bien, me eleva, me da alas para comenzar el día con energía, disposición, gratitud y amor.
Sat Nam
Jagat Kaur
Songdo, Corea del Sur
* Esta cita la extraje de los textos del Manual de profesores de Kundalini Yoga, Happy Yoga 2016.