comparte tus dones
Hoy te quiero contar un secreto: a veces me pregunto si compartir lo que hago, siento y vivo, es una forma más de reforzar el ego, de llamar la atención o si de verdad es algo noble y bello que debo hacer. Hay tanto estímulo allí afuera en el mundo que siento que no quiero ser parte del ruido, de la propaganda, del juego donde todo se vende y todo se sabe...
Es por ello que hace un par de meses decidí recogerme y meditar en esta idea. ¿Te ha pasado? durante este tiempo me he entregado al día a día, a mi sadhana (práctica espiritual), a las clases de yoga aquí en Corea, a dibujar, cocinar y a vivir en el presente. Luego de meditar y escuchar los cantos del alma te quiero compartir lo que hoy pienso:
Cuántas veces tenemos algo hermoso para compartir o una idea para expresar y dejamos de hacerlo porque tememos al qué dirán, al fracaso o incluso al propio brillo de nuestra alma. Así que si el origen de tu arte, de tus palabras y tus actos, está alineado con tu corazón y con la luz del amor, adelante. ¡No hay por qué temer!
Últimamente este se ha vuelto uno de mis mantras favoritos. Dios (ponle el nombre que más resuene en ti) nos dio el regalo de la vida y créelo, todos tenemos un don, muchos dones. Parece que a medida que crecemos estas dos realidades se nos escapan. Quiero creer que nuestra vida es la más bella obra de arte que tenemos por hacer y que hoy mismo, es momento de valorar nuestras capacidades, lo que hacemos con el alma, lo que sabemos que a nosotros y a los demás también les aporta felicidad. Tomarse en serio los dones, cocinar con amor si te apasiona, dar un masaje a quien lo necesita, construir, enseñar, crear, hacer con las manos, escuchar... Tantas cualidades que dejamos de ver por enfocarnos siempre en lo negativo, en lo que aparentemente falta, en crear problemas donde muchas veces no los hay.
Así que con estas dos frases que debí de haber heredado de alguien más (porque al final todos estamos tan conectados), te dejo esta carta de amor. Estoy decidida a seguir compartiendo vida y a creer en la espiral del amor. En que somos muchos los que queremos sonreír, trabajar conscientemente en la felicidad y alegrarnos por lo nuestro y por lo de los demás.
Gracias por acompañarme en este caminar.
Sat Nam
Jagat Kaur
Songdo, Corea del Sur