abrir los ojos sin celular: ritual mañanero

Suena la alarma, abro los ojos y miro el celular. Ya tengo varios mensajes de WhatsApp, así que los respondo. Después me meto a Instagram, el dedo patina por la pantalla durante varios minutos. Se me hizo tarde, me levanto rápido de la cama y me meto al baño, pienso, pienso y pienso mientras cae el chorro de agua caliente. Pongo la radio en alguna estación de noticias mientras me visto y desayuno bien rápido para poder salir finalmente de mi casa. 

Así fueron las mañanas durante muchos años de mi vida. Nunca se me hubiera ocurrido cambiar lo que hacía al despertarme si no fuera porque me empecé a dar cuenta de que sentía ansiedad al levantarme, sólo con abrir los ojos mi mente ya estaba revolucionada con un mar de pensamientos inútiles del que rescataba una que otra buena idea desesperada por ser escuchada entre tanto ruido. Una ansiedad que lo único que hacía era incrementarse con el paso de las horas.

Por esa razón decidí cambiar la forma en la que le estaba dando la bienvenida al nuevo día y si bien hay mañanas en que vuelvo a mis antiguos hábitos,  los momentos de mi vida en los que he respetado ese ritual de autocuidado, han sido sin lugar a duda los más tranquilos, auténticos y creativos. 

Cambiar hábitos, puede ser difícil y tal vez no se te vengan a la cabeza ideas de cómo podrías crear tu propio ritual mañanero, así que aquí te comparto algunas ideas que he puesto en práctica. Puedes intentar una, varias o inspirarte a crear algo propio. La idea es aprender a escucharse y llenar esos primeros momentos del día de gratitud, tranquilidad y silencio. 

 

ritual mañanero

 

~ Antes de ir a dormir poner el celular en modo avión. Así no van a llegar mensajes ni notificaciones al celular y cuando apaguemos la alarma al despertarnos en la mañana, vamos a poder cortar mas fácil con la inercia de empezar a revisar mensajes y redes sociales ¡Te prometo que funciona y hace la diferencia!

 

~ Despertarnos más temprano de lo normal puede llegar a ser un gran reto. Así que lo mejor es poner la alarma lejos de la cama y cuando la escuchemos sonar, sonreír y pensar en algo que queramos agradecer.  Si no te funciona sonreír no importa, pon el despertador lejos de la cama y no lo pienses dos veces porque en este caso, el que piensa pierde: ¡Levántate!

 

~ Prepararnos una bebida de agua con limón. Eso nos permite despejarnos, hidratarnos, limpiar el cuerpo y estimular la digestión. 

 

~ Pararnos de la cama y mover el cuerpo

  •   Salir a caminar o a trotar
  •   Hacer saludos al sol
  •   Ejercicios de estiramiento
  •   Hacer una rutina personal de asanas

 

~ Sentarnos en el suelo o en una silla con la espalda recta. Empezamos a inhalar y a exhalar lento, largo y profundo, concentrándonos en nuestra respiración. Cuando llegue un pensamiento, simplemente lo dejamos pasar y volvemos a concentrarnos en la respiración. Puedes empezar con 5 minutos al día y si así lo sientes, ir aumentando lentamente ese tiempo. 

 

~ Darnos un masaje con aceite (de coco, almendra o el que más te guste) en el cuerpo. Haciendo movimientos ascendentes y descendentes en las extremidades y movimientos circulares en las articulaciones, empezando por los pies hasta terminar en el cuello. Esperamos unos minutos a que la piel absorba el aceite (puedes aprovechar para poner en práctica el punto 5) y después nos damos una ducha rápida de agua caliente. Finalmente nos secamos suavemente con la toalla para no quitar el aceite de la piel. 

 

Recuerda: Los cambios son progresivos

 

Es mejor comenzar haciendo un ritual corto de 15 minutos que sepamos que podemos hacer todos los días y que le podemos dar la misma importancia que le damos a bañarnos, lavarnos los dientes o desayunar. Elijas lo que elijas para comenzar tus mañanas, la invitación es que lo hagas por 11 días seguidos y después evalúes que tal te sentiste haciendo ese cambio a la hora de despertar. 

 

~ Escrito por Laura Restrepo

 

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